Ipiales, 18 de septiembre de 2008. IPITIMES.COM.- El pasado día jueves 4 de septiembre de este 2.008, falleció en la ciudad de Ipiales, don FRANCISCO HUERTAS BURGOS, más conocido como don Pacho Huertas, con 103 años vividos plenamente y con la satisfacción de un deber cumplido.

Don Pacho, era oriundo del vecino municipio de Pupiales, pero toda su trayectoria de trabajo y filantropía, la desarrolló en su querida ciudad de Ipiales.

Su don de gentes, el carisma y la caridad cristiana que practicó a lo largo de su vida, tuvo su base, en esa bella palabra y vocación ejercida por él: ser maestro. Sus enseñanzas y consejos fueron recibidas por muchos niños y niñas, no precisamente de la parte urbana, sino los habitantes del sector rural, caminando algunos kilómetros, para llegar al recinto, donde don Pacho impartía su sabiduría, como Dios manda.

Después de trajinar por el campo de la docencia, empieza de una forma sencilla, atravesando muchas dificultades, en la actividad comercial de insumos para el campo, que le fue generando una serie de beneficios económicos, ser reconocido a nivel nacional por sus ventas y relación amable con el habitante del sector rural. Beneficios que él los compartió hasta su muerte con los más necesitados.

Varias instituciones, asociaciones y congregaciones le deben mucho a don Pacho Huertas. La Cámara de Comercio de Ipiales, el antiguo Hospital de Caridad o de San Vicente, la comunidad de las hermanas Concepcionistas, el Ancianato, por mencionar algunas que se nos viene a la memoria. Sabemos que son muchos otros y eso sin contar a las personas naturales menos favorecidas que recurrían a don Pacho, como única fuente de salvación. El con esa vocación franciscana, no tenía como respuesta un “no puedo”

La asistencia infaltable a la eucaristía en varios de los templos de la ciudad de Ipiales, en especial al de la capilla de la Medalla Milagrosa, últimamente y hasta antes de su deceso en la capilla del Barrio el Chambú, una de sus obras, asistía domingo tras domingo y se sentaba en las primeras bancas, como era su costumbre, participando como buen católico, recibiendo el sagrado sacramento de la comunión, como era su costumbre.

Su ayuda generosa, no únicamente con lo material, sino con lo espiritual, han hecho de don Pacho, un hombre excepcional.

Quedará plasmada la huella imborrable de don Francisco Huertas Burgos en la historia de Ipiales, ex provincia de Obando y a nivel nacional, por ser un hombre de bien.

Paz en su tumba.